domingo, 7 de agosto de 2011

AUM "la Palabra Sagrada" OM


La palabra sagrada AUM emite las frecuencias del Verbo, la misma Palabra que surgió como el origen de la creación. Los hombres de la antigüedad conocían el poder de la Palabra. Las civilizaciones han surgido y han caído con el poder de la palabra hablada. Hace cientos de miles de años, los mantras del Oriente, sagradas entonaciones, fueron legados por los sacerdotes y sacerdotisas de Lemuria, y todo lo que surge procede del sagrado AUM.

Seguimos el rayo de sol hasta llegar al núcleo de fuego. Seguimos la luz dentro del corazón hasta llegar al sol de la Presencia. Cuando afirmamos la palabra AUM, estamos afirmando el verdadero ser. Afirmar ése ser significa convertirse en él. Declarar ése ser significa saber quien YO SOY.

El sagrado AUM que entonamos es el sonido indestructible. Es la inmensidad.

Del AUM surge nuestra unidad.

El sonido de la Palabra, la Palabra del sonido. Es una palabra sánscrita.

Significa “me inclino, estoy de acuerdo, acepto…” ¡AUM! Me inclino ante el Señor Dios Todopoderoso y estoy de acuerdo en que soy su amado hijo. Acepto mi destino inmortal, acepto mi razón de ser. Acepto mi responsabilidad de ser. AUM. Acepto las partes componentes de mi realidad. Acepto que la llama es Dios dentro de mí.

AUM: sílaba sagrada en sánscrito, que se pronuncia OM.

AUM es el signo más abstracto y, no obstante, el más concreto de la Divinidad.

Es un instrumento de auto-realización.

Es vuestro para conservarlo.

Emana de vuestro corazón por medio del aliento de Dios. Ningún instrumento mecánico, ninguna máquina ni tampoco el poder de la civilización pueden compararse con el AUM.

Tan sólo vosotros podéis entonar el AUM, porque vosotros sois Dios en manifestación.

De ésta eterna sílaba surge todo lo que existe.

Todo lo que surge regresa al AUM.

El AUM se deletrea A-U-M y cada una de las letras representa una parte componente de nuestra divinidad. Cada letra ha de pronunciarse por separado. Cuando juntamos las tres, entonamos simplemente el AUM.

Pasado, presente y futuro forman la Trinidad. Somos todo lo que somos como realización pasada, presente y futura del AUM.

En Oriente los hindúes llaman a la Trinidad Brahma, Visnú y Shiva; y en Occidente Padre Hijo Y Espíritu Santo. El concepto es el mismo.

La A viene de Alfa (nuestro Padre), el iniciador, el creador, el Principio, que es el origen de las espirales de la conciencia y el ser. Es el ímpetu del poder.

La M es el OM de Omega (nuestra madre), la conclusión, el Fin, uno con el Espíritu Santo, que es el integrador y el desintegrador de lo que no tiene forma. AUM.

Así las polaridades positivas y negativas del ser son pronunciadas por los Elohim a lo largo del cosmos para sostener los mundos.

Entre la A y el OM está contenida toda la vastedad de la creación. Y la U es su centro, es la copa de la creación, meciéndoos a vosotros, al Ser Real, al Ungido, al Cristo , al Buda de la Luz; vosotros en manifestación universal, en manifestación individual.

A-U-M- la Trinidad en la Unidad.

Vosotros, la parte central –la obra maestra- la Unidad entre el Uno y la Palabra, el fulcro y el nexo.

El Cristo Universal es el poder de la preservación, de la concentración y de la cohesión de vuestra identidad. Entre el ímpetu del Padre y el regreso de la Madre, estáis amparados en la identidad de su amor.

Bibliografía: “La Ciencia de la palabra hablada” Mark L. Prophet- Elizabeth Clare Prophet.